DEDICADO A TODOS LOS COSTALEROS DEL MUNDO
Guiados por los ojos de un capataz
decenas de alpargatas,
caminando, todos por igual.
Bajo un mismo estandarte,
con una misma devoción
caminan como uno solo
portando una misma ilusión.
Caminando sin apenas ruido,
con paso lento y acompasado,
sobre su cerviz dolorido
llevan a Cristo crucificado.
Con suaves mecidas,
que no rompan la magia,
que no lastimen a quien portan arriba,
que a todos llegue su gracia.
Cornetas y tambores
que acompañan cada chicotá,
pequeños y mayores
admirando cada levantá.
Con levantás que merman fuerzas,
poco a poco se anda el camino,
¡Costalero, no te rindas!
que hay que llegar al destino.
Ese martillo que está llamando
y el capataz que grita: ¡A esta es!
Las lágrimas me van asomando,
se me eriza el alma y la piel.
Aprieta el paso el costalero
en un esfuerzo supremo de dolor
cierra los ojos y pide al cielo
¡Que no me fallen las fuerzas, Señor!
Unos a otros se van animando
poco a poco las fuerzas flaquean,
el costal ya les va quemando
y el sudor ya saborean.
¡De costero a costero!
¡Todos por igual!
bajo un envejecido madero
el sentimiento es singular.
¡Al cielo con Él!
Levantan una y otra vez,
sobre sus hombros hundidos,
sobre su dolorida piel.
Ya crujen las trabajaderas
rezumando olor a sal,
sus pisadas firmes, ligeras
que marcan a fuego el costal.
Un pequeño aguor
les ofrece agua con esmero,
espera impaciente hacerse mayor,
pues ya quiere ser costalero.
Para sentir la misma ilusión,
para saber por que lloran los costaleros,
qué tan grande será razón,
que ni siquiera importa el dinero.
Ese capataz que les va llamando
y que de ninguno ha de olvidarse,
con inmenso cariño se los va ganando,
para que todos quieran quedarse.
Y al terminar la procesión,
orgullo y dolor copan su pecho,
será inmensa la emoción,
de saber un trabajo bien hecho.
Alzan sus ojos al cielo
en emotiva despedida del Nazareno,
en su corazón un gran anhelo
salud; para volver a ser costalero.
Porque yo soy costalero,
me lo sembré en el corazón
y que sepa el mundo entero
que no hay mas linda devoción.